viernes, 10 de diciembre de 2010

La Nena

Hoy me levanté preocupada, pero positiva ante la vida, ante los problemas y con fe de que todo se solucionará de acuerdo al Orden Divino, de acuerdo al Universo. Leo el periódico, recibo una llamada que me dice que mi trabajo continua dando frutos, eso hace que me alegre, que me ponga más en acción. Leo mis correos electrónicos, contesto algunos de ellos y en ese momento recibo otra llamada de una clienta apreciada. Me dice: “Annie, ¿cómo estas?” “¿Yo bien y tú?” Silencio por parte de ella. Me preocupo. “Annie, te estoy llamando porque la nena de (no escribo el nombre para guardar la confidencialidad) falleció.” Silencio, completo silencio. “Pero, ¿cómo?” reacciono. “No sé, solo sé que José me llamó esta mañana y me lo dijo, fue ayer por la noche o por la madrugada de hoy.”

Sentí que el mundo se derribó nuevamente, sentí lo que se siente al perderse un familiar muy querido, pensé en sus padres. Sentí y vi sus rostros en mi mente con lágrimas y tristeza. Ellos dieron el todo por el todo por su hija, lucharon con ella y por ella hasta el final. No sé lo que es perder a un hijo, porque no tengo hijos, pero sé lo que es perder en cuerpo a un ser que uno ama mucho. A un ser que uno lucha por darle lo mejor, la mejor calidad de vida en esta Tierra. Reviví el dolor de esa partida y me eché a llorar.

Recuerdo que el domingo Juanita y Miguel la vieron feliz compartiendo con su familia y me lo comentaron. Justo hoy que me dan esa noticia, mucho antes de saber este suceso, estaba mirando en facebook la página de la nena, parece como si estuviera conectada con ella. Las vibraciones fueron demasiado fuertes. Siempre que la vi estaba contenta. Vuelvo a mirar su página y ahora nos queda el recuerdo de sus fotos, la mirada de ella y sus mensajes de aliento para continuar la vida.

Pienso otro ser que se nos va en cuerpo, un ser que finalizó su camino en la tierra para emprender uno nuevo hacia el Padre, para estar con el Padre y con todos los que están allá. Ahora nos toca a nosotros seguir viviendo acá, seguir nuestro camino con un nuevo dolor y con la visión de que todo lo que hacemos no solo es para nosotros, sino también para dejarlo en recuerdo para los que nos conocen y nos aman.

El dolor de haber perdido en cuerpo a un ser que uno ama es fuerte, eso no se olvida, solo se aprende a vivir con ese dolor. Ese dolor que en épocas como esta se siente nuevamente porque las circunstancias y el ambiente hacen que se recuerda y se reviva, pero la alegría de saber que su energía vive y la sientes hace también que sigas adelante. La Navidad es época de alegría y tristeza, es una mezcla de sentimientos tan fuertes que no sabes cuando comienza uno y termina el otro.

Solo puedo decirle a sus padres: “Entiendo el dolor que sienten y yo celebro la vida de la nena por su alegría, por su lucha ante la adversidad, por su cara angelical y por todo lo que le dio a ustedes y a los demás”.

Para La Nena: Gracias por lo que enseñaste y por lo que dejaste: un abrazo, un beso y un hasta luego.

Para Dios: Gracias por amarla a ella, por bendecirla en la Tierra, por liberarla y por estar con su familia en estos momentos tan fuertes y divinos que vienen departe tuya.

Para Todos los que hemos vivido el dolor de la separación de un ser que se ama profundamente. Dios nos bendiga.

ANNIE SANTIAGO

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miércoles, 8 de diciembre de 2010

El flirteo nocturno de una gordita

Hace un par de semanas me pasó algo que ya hacía tiempo (bastante) no me sucedía. Nosotras las mujeres cuando estamos en relaciones estables nuestra vida cambia. Cambian los lugares nocturnos que visitábamos, cambian algunos hábitos, pensamientos, etc. Cuando la mayoría de las cosas una las hace junto a su pareja y se tienen que separar por la razón que sea (no por ruptura), pues ese momento es diferente. En mi caso les confieso que me sentí rara, sumamente rara. La realidad es que llevo con mi pareja 7 años y no nos habíamos separado para nada, ni para viajar. Hasta cuando viajábamos, ya fuera yo o fuera él nos íbamos juntos.

Bueno, hace un mes, salí de la Academia a las 7:30 pm. Mi pareja andaba por España, tocando por allá, quizás por eso me sentí así. España, ¿porqué no pude ir?, por el dinero, claro. Decido irme a comer algo rápido en un restaurante que me gusta mucho. Llego allí y me saluda amablemente uno de sus propietarios. Pido ½ botella de vino y unas tapas, solo para pensar que estaba por allá. Al lado mío, específicamente dos sillas después está sentado un hombre que por lo que puedo ver de reojo es entrado en edad. Siento que me mira. Pienso, bueno esta noche estoy sola, mi pareja está de viaje, este es mi momento para mí. Pero, no fue así. El hombre me sigue mirando. Volteo la cabeza y lo miro. ¡Oh Dios! Es mayor y con complejos. ¡Tiene el pelo pintado de rubio y el bigote de negro! ¿Quién le dijo a los hombres que así se verían mejor? Es horrible. Para colmo es bajito, pero se cree el mejor chulo que podrías haber visto.

Se va y me dice, “buen provecho” con una guiñá. Aguanto la risa y le digo “gracias”. En eso llega a mi mano izquierda y con una silla de por medio un gordito. El gordito me mira y me sonríe, yo volteo la cabeza para el otro lado. Pienso, yo que vine aquí a pasarla tranquila a tomarme este vino y los hombres que se creen que estoy buscando “algo”. Bueno unos minutos después llega este otro hombre fornido, se ve que hace ejercicio, joven, me mira y me sonríe. Se sienta una silla después al lado derecho mío. O sea, rodeada de diferentes personalidades uno a la derecha y otro a la izquierda. Ahora no puedo voltear la cabeza.

Las miradas que ambos me hicieron no fueron miradas ni sonrisas de amabilidad y respeto, sino que fueron con mensajes de “¿hola te puedo invitar a algo?” Aguanto la risa y pienso, solo vine aquí a despejarme la mente. Yo jamás imaginé que a una gordita como yo le pasaría esto. Si porque hay que reconocer que estoy gordita, el chicho de la barriga se ve muy bien y se marca en la ropa, por no mencionar los brazos. Quizás del gordito sí, pero del fisiculturista no. Bueno, hay hombres fisiculturistas que les gustan las gorditas y quizás este es el caso de esta persona.

El fisiculturista me dice en voz alta: “buenas noches y buen provecho”, es obvio que lo tengo que mirar y cuando lo hago el me sonríe nuevamente. Le digo “gracias” lo miro con detalle y me doy cuenta que es policía. Es policía no porque lleve el uniforme porque no lo lleva, sino porque tiene una identificación. Por cierto, escondida no es fácil darse cuenta de eso. Rápidamente me dice “¿usted viene mucho por aquí?” “No”, respondo yo y procedo a preguntarle: “¿usted es policía, verdad?” Me mira sorprendido y me dice “si, ¿cómo se dio cuenta?” Le digo, “por la ID Card que lleva a mitad de su pantalón”. Se ríe y me dice “muy observadora, ¿usted no tiene problemas con la policía verdad?” Entiendo el mensaje y le digo aguantando la risa y asombrada “¡No! Para nada”.

En eso me volteó ya que el gordito del lado izquierdo le dice al compañero que lo acompaña que coma, que coma como yo lo hago y cito: “mira esa muchacha tan linda como se come ese pan, ella no tiene problemas con eso”. Se los juro, no sabía qué hacer. Solo pude mirar al gordito y sonreírme. Mi sonrisa fue como una sonrisa forzada, esas que dicen: si claro, ¿por qué no te callas? Ahí cuando me volteo hacia él, el me dice: “oiga ¿hace cuánto tiempo usted no come pan?” “¡Qué!” Dije yo, “que ¿hace cuánto tiempo usted no come pan?” Abrí los ojos bien grande y le pregunte “¿por qué usted me hace esa pregunta?” “¡No! No me malinterprete, es que usted se está comiendo ese pan con un gusto increíble y ¡disculpe!”

“Bueno, yo, pues no sé, (se los juro me quede sin palabras, estaba en medio de flirteos y me sentí fuera de la cancha!), es que el pan está muy bueno”, solo pude decir eso. El me miró y me sonrió nuevamente. Su mirada fue la de un violador, me ligo de arriba abajo. Volteo la cabeza y decido mirar al frente, si a ver todas esas botellas de licor que hay en la barra puesta. Pienso, no voy a mirar ni para la izquierda ni para la derecha, esto es un campo de batalla, cuando en eso el policía me dice: “¿está usted sola en su vida?” “¿Cómo?!” Dije yo, sumamente sorprendida. “Que si ¿está sola en su vida?” “Eh! Pues no, tengo pareja”. “¡Ah! Y ¿por qué no está con usted? ¡Wao! Interrogatorio policiaco incisivo.

“Bueno, mi pareja anda por España, y usted es ¿policía encubierto? ¿Agente?” “ Si soy encubierto”, dice él, “usted sabe mucho de los policías, parece”. “No, yo no sé mucho de los policías.” “Pero bueno, dice él, sabe observar, pudo ver mi ID Card de policía y adivinar que soy encubierto.” “Yo no adivine nada, solo pregunté y usted contestó.” El se ríe y me dice “usted es muy inteligente”. En eso le entregan la comida en una bolsa, la paga y cuando se levanta, se acerca y me dice estoy en el cuartel de San Agustín, ve a verme por allí, tira su guiñá, su sonrisa y se va. Me quede sorprendida y sin palabras nuevamente, ¿qué era eso? Una invitación a ¿qué? No voy a hacer conjeturas ni a pensar.

Justo cuando pensé que ya no iba a tener molestias que ya que el policía se fue y que el gordito estaba en su conversación con su amigo, es que el gordito interrumpe su conversación y me dice, “¿tu vienes mucho aquí?” Otra vez a la batalla pienso yo y le respondo “No”, el me dice “yo tampoco, solo vengo una vez al mes, tu sabes yo viajo mucho, hago muchos viajes a las Islas del Caribe”. “¡Ah!” Dije yo con un tono de aburrida. En eso se levanta el gordito y me dice, “bueno preciosura nos vemos, a ver si la próxima vez te encuentro aquí, chao” y tira un beso. Se los juro me volví a quedar muda y sin palabras. Me miré yo misma, miré mi ropa, fui al baño y me miré en el espejo: no tengo ningún escote, no tengo maquillaje excesivo, estoy natural, sencilla, nada dice de mí: ¡hola! Soy Annie, ¡estoy disponible! Regreso a mi silla termino mi copa, en eso llega un hombre pequeño y tira su sonrisa de “estoy buscando” y yo me dije a mi misma en mis pensamientos: ¡Oh no! Ya tuve que bregar con el viejito pintoresco, el gordito besucón y con el policía seguridad mano dura, ahora con el enano extranjero ¡no!, ¡La cuenta por favor! ¡Grite!

Annie Santiago Tosado

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viernes, 5 de noviembre de 2010

El amor en los cuarenta y cincuenta…

Los otros días visité a mi amiga Juanita. Juanita está remodelando su casa y su novio Miguel es contratista por lo que la está ayudando en este proyecto que ella tiene. Juanita no es fácil, tiene un carácter fuerte y a Miguel eso le encanta. Cuando llego a la casa, Juanita me dice “entra que estamos en el cuarto de atrás”. Llego y veo que el cuarto de atrás está cambiando mucho. Le digo, “Juanita y ¿qué estás haciendo en este cuarto?” Me contesta ella, “mira, ¿te gusta?, este va hacer el cuarto de costura, de taller, de trabajo. Mira las mesas, ¿las vez? Quedaron bien, me las hizo Miguel” Miro a Miguel y el con su sonrisa y su expresión en el rostro de estoy jodido con ella, pero con mucho amor y con un gran orgullo que parece que el pecho se le va a explotar de lo mucho que lo hincha al decir “¿te gustan? Son en stainless steel” y luego me mira y me sonríe nuevamente diciendo en su expresión soy una jodienda haciendo estas cosas.


Observo y veo que están montando la última mesa. Juanita lo ayuda, el hace el roto en la pared, allá va ella con la aspiradora a recoger el polvo al mismo tiempo. Ella con una mascarilla blanca puesta sobre su nariz y boca para protegerse del polvo que cae, le dice “¿cuántos rotos faltan por hacer?” él contesta “uno y pasamos a poner la base de la mesa y atornillar” “Ah, entonces ya después de esto ¿no hay que hacer mas rotos?” “Bueno sí, en la base para fijarla bien y luego en el tope de la mesa.” “Ok”, dice ella.


Mientras sigo observando, entre ellos hay una buena química y mientras trabajan se flirtean un poco. Ella con su yarda de madera lo condecora como caballero contratista del arte en costura y el se ríe, preocupado de que ella con la yarda de madera no le dé duro. Ella se va a buscar algo de tomar, el me mira y me dice, “esto no está fácil, pero es lo que ella quiere, ¿qué puedo hacer? Menos mal que hoy no se le quemó la comida, mira los otros días me hizo unas chuletas y cuando las volteó estaban quemadas. Me miró y me dijo, oye Miguel no te importa que estén un poquito doradas, ¿verdad? Yo le dije no, pero Annie, es que no estaban doradas, estaban ¡quemadas! Dice él entre risas, pero yo me las comí. ¿Qué iba hacer?”


Regresa ella y nos mira, bueno y que como va todo por aquí. “Ya hemos terminado dice él.” “¡Qué bueno y qué linda quedo! Ahora hablaremos de la tablilla de arriba.” Interrumpo yo y digo: “bueno aquí Miguel tiene muchos proyectos.” Juanita dice, “sí mira faltan las tablillas, el aire acondicionado, luego las losetas del frente, la terraza y otras cositas mas.” Juanita se vuelve a ir y Miguel me dice entre risas, “yo quisiera saber donde se renuncia aquí. Mira que he pedido los papeles, pero no me los dan.”


Regresa Juanita, se miran ambos con esa mirada que dice, te quiero, te amo, se vuelven a flirtear. Se bromean, se ríen y se siente el amor. Así entre mesas, sillas, taladros, telas y herramientas fluye el tiempo del amor entre Juanita y Miguel entre los cuarenta y los cincuenta...


Publicado por Annie Santiago / Copyright 2010

miércoles, 27 de octubre de 2010

El Sistema

Estoy con un coraje increíble. Nuevamente el sistema fastidió todo. El bendito sistema y yo me pregunto ¿quién rayos se cree el sistema para hacer lo que hace? El sistema…y ¿cómo es él? ¿En qué lugar se formó? El sistema ha venido a fastidiarnos la vida, pero también a hacerse responsable de las deficientes y pésimas atenciones al cliente por parte de los empleados.


Les cuento, resulta que andaba con mi pareja por Plaza. El chico, que tiene ya los 50 años, pero para mí es mi chico, bueno desde hace un año le ha dado con hacer ejercicio, rebajar, echar músculos… Ustedes saben, cuando los hombres llegan a los 50 comienzan ellos su etapa de también querer verse más jóvenes. Más aún si su pareja es más joven que ellos. Bueno, mi chico comenzó corriendo bicicleta, caminando y luego paso a la fase de hacer pesas.


Ahí, ahí es que entonces va a Plaza a separar en lay away un banco con pesas en la súper tienda que vende de todo por departamentos. Cuando finalmente va hacer el último pago para sacar el banco nos topamos con la noticia que el sistema había cancelado el lay away! Yo dije: ¿Cómo? Me contesta el Señor, “mire no se qué pasó, pero el sistema ha cancelado el lay away y van a tener que pasar por las oficinas centrales en el tercer piso para que le aclaren, porque yo no sé”. Allá nos dirigimos y cuando llegamos me dice la señora que nos van a devolver el dinero, pero que nos tienen que retener $15 por cargos.


¿Cuales cargos? Dije yo, bueno, contesta ella, “son $10 por cancelar el lay away y $5 por pago tardío”. Me quedo seria, comienzo a sentir como la sangre me sube a la cabeza, en ese momento pude notar en el espejo que tienen en la sala de espera como mi cara se pone roja. Le digo a la señora en tono calmado y con la mente mandándola pa’l krj!, “oiga, nosotros no cancelamos el lay away, fueron ustedes y nosotros no hemos hecho ningún pago tardío, vea el recibo”. La señora ve el recibo y me dice,” vengo ahora voy a buscar a un supervisor para que hable con ustedes”.


Llega la supervisora y me dice lo mismo que la señora y me aclara que el sistema es quien hace eso y que ellos no pueden hacer nada porque el sistema no les permite.


El sistema, el sistema dictamina las pautas de contratación y las cancela cuando quiere. El sistema se va del trabajo cuando quiere a la hora que quiera, no le dice a nadie para donde va ni mucho menos cuando regresa. Cuando se va el sistema no hay servicio, todo se detiene, los empleados que por obligación dependen de él para realizar su trabajo se molestan porque la gente en la fila los mira mal con amenazas de matarlos. Nadie supervisa al sistema, nadie lo amonesta por escrito. El sistema es tan poderoso que ni el mismo Gobernador, ni el Presidente pueden exigirle que no se vaya o que regrese de inmediato. Mientras nosotros seguimos aquí viendo como el sistema juega con nosotros, nos cancela el lay away, nos hace perder el tiempo, nos fastidia. El sistema se burla de las leyes y de todos nosotros. Me ¡kg en el sistema! ¡Ñó!


De regreso a la Academia, uf no hay Internet, llamo a la compañía, me dicen que hay una avería en el sistema desde anoche y que están trabajando con él para restaurarlo. Pienso, parece que este cogió una bien chévere anoche. ¿Qué le estarán dando? ¿Mondongo, caldo de pollo, suero tal vez? En eso llama mí hermana, contesto ¿Hola?, me dice: “estoy esperando el documento”, le digo: “mira te envío el documento más tarde”. ¿Por qué? Pregunta ella, contesto: “Es que no hay sistema, se fue y no sabemos cuándo volverá”. ¡Jóder!, dice mi hermana.


Annie Santiago Tosado – Copyright

jueves, 21 de octubre de 2010

El Hombre Sin Rostro

Hoy me he despertado consternada. Todo el día de ayer y hasta en mis sueños sentí tristeza por la noticia que leí en el periódico Primera Hora. Un joven de tan sólo 25 años, Dallas Wiens, espera por un trasplante de rostro. Sí eso mismo, un trasplante de rostro. El chico no tiene ojos, no tiene nariz, su boca se observa en la foto que tuvieron que hacerla, porque tampoco hubiera tenido boca para alimentarse. También se observa en la foto que le hicieron un roto en la tráquea para alimentarlo. ¿Qué le provoco eso? Un accidente terrible y fatal.

Dallas, se quemó con un cable de alta tensión que impactó su rostro en el 2008 desfigurándolo por completo. Estuvo en coma por tres meses y luego despertó estando seis meses más internado. Tuvieron que ponerle piel de la espalda en su rostro. Ha sido sometido a más de 24 operaciones. No recuerda cómo pasó el accidente, pero ¡Está vivo! No sé si es un milagro, no sé lo que Dios nos quiere decir con esto, pero me pongo a pensar en él. En su frustración de no poder ver como lo hacía antes. No se puede mirar el mismo al espejo o mirar a sus familiares. No puede oler nada. No sabe si las flores que quizás le hayan traído huelen rico. No tiene rostro.

Al ver su foto y leer su noticia me comencé a preguntar: ¿cómo expresa sus sentimientos, cómo llora? Sí porque al llorar se libera, salen las lagrimas de los ojos, corren por las mejillas hasta que las secas tu mismo. Pero, este joven no puede sentir eso. No sé si tiene novia o esposa, si sus familiares están con él, si sus amigos continúan visitándolo. Es triste, triste. Echa de menos su cara y su sentido de olfato dice Dallas en la entrevista que le hicieron. Es el tercero en los Estados Unidos en la lista de espera para el trasplante de rostro. Me imagino las sensaciones de impacto, de frustración al despertar y que le contaran lo que había ocurrido, horrible. Imagino que lo más difícil para los médicos y su familia fue y es la comunicación con Dallas. No poder saber o poder ver en su rostro su tristeza, su dolor, su esperanza, su frustración, su alegría. Eso no se puede ver en el rostro de Dallas.

Su única esperanza ahora es el trasplante de rostro que esperan le puedan hacer. Todavía falta hacerle unas pruebas más y lo más importante que llegue el donante de rostro. Para Dallas su meta es tener un trasplante de rostro con ojos, nariz y boca. Sencillo, poder ver nuevamente, ver el día con el sol, ver las nubes, ver los campos (lo que nos queda de ellos), verse el mismo. Oler, oler la comida y poder decir no me gusta como huele eso, oler las flores, oler, simplemente oler. Hablar, expresarse, gritar y junto con la vista llorar de felicidad porque tiene un rostro nuevo. En fin, continuar su renacimiento con un rostro en el que pueda verse el mismo y que los demás puedan ver y sentir de él lo que su alma expresa.

Su proceso definitivamente no ha sido fácil, y yo pensaba que el mío era difícil, pero al leer esta noticia, siento que soy millonaria, mejor dicho trillonaria. Estamos tan ajetreados en nuestras vidas que no nos percatamos de las cosas sencillas y que siempre han estado con nosotros. El poder de tener la vista, ver la playa, los campos, los parques y tan solo decir: ¡qué bonito y estoy aquí! El poder oler, olerte a ti mismo, a tu pareja, a tu familia, oler el perfume que te echas en el cuerpo, oler el día y la noche, oler la comida, oler la vida! Comer con tu boca lo que deseas, saborearlo, disfrutarlo. Hablar, gritar, expresarte, decir Te amo Mamá, Te amo Papá, Te amo mi Hermana, Te amo mi Hermano, Te amo Mi Amor, Amo a mis amigos, Amo la vida! Besar, besar a tu familia, a tu pareja, a tus hijos, a tus amigos y Besarte a ti mismo.

Lo que si he podido sentir a través de la noticia y de las fotos que he visto es su fe. La fe que emana de él para continuar en la lucha diaria. La fe que él tiene y que tienen los médicos para volver a darle un rostro a Dallas.

Creo en los milagros y este es uno de ellos que se cumplirá cuando finalice la operación triunfal y Dallas tenga un nuevo rostro, un rostro de él, un rostro para expresarle al mundo esta etapa de su vida que le ha tocado vivir.

Vivir, seguiremos viviendo, Dallas en su lugar y yo en el mío, sin él conocerme, pero yo habiendo conocido un pedacito de él.

martes, 19 de octubre de 2010

Escribe sobre lo que deseas

Luego de un tiempo fuera, he decidido retomar mi carrera como comunicadora que soy. Aclaro que hice un espacio en el tiempo para reencontrarme conmigo misma. Ese tiempo que todos necesitamos y que la mayoría del tiempo, valga la redundancia, no sacamos para nosotros. He aprendido mucho, he llorado mucho, pero también he reído mucho. Una de las cosas que deseo hacer es escribir. Escribir diferentes temas: profesional, personal, sentimental, de opinión, etc. Escribir es encontrarme a mi misma haciendo lo que me gusta. Cuando escribo me expreso mejor, soy más creativa. Así nace Escribe sobre lo que deseas.

Escribe sobre lo que deseas, es eso mismo, sentirte libre para expresar tus pensamientos y sentimientos sobre lo que sucede en el diario vivir. Es como lo ves y como lo sientes. Escribe sobre lo que deseas sin caer en lo vulgar, pero tampoco en el cliché y sin lastimar a nadie. Es una mezcla de todo, un poco de aquí y de allá. Voy a estar redactando noticias y artículos sobre lo que veo, escucho, hago y comparto. Claro, siempre guardando la confidencialidad y protegiendo a los que están conmigo. A ellos se les debe respetar su privacidad, por lo que sus nombres reales no serán revelados. Si aparecen será con nombres ficticios.

Cumpleaños y la nueva vida

Llega el cumpleaños #37, y no me da vergüenza decirlo, y siento que he comenzado a llegar a la etapa de introspección sabiendo que te estás acercando a la etapa de los 40's. Todo el mundo que va llegando a esta etapa o que la comienza y está a mitad ya lo dice: "deja que llegues ya entenderás y lo dirás y pensarás como yo". Pues sí, es mirar dentro de ti, lo que has hecho en tus 20's, en tus 30's, aunque yo no he terminado los 30's, y qué es lo que deseas hacer en el resto del tiempo de vida que te queda.

Pienso que he hecho muchas cosas. Cosas normales y regulares que la mayoría de las personas hacen normalmente. He estudiado, trabajado, he hecho actividades benéficas, he colaborado con organizaciones sin fines de lucro, etc. Pero, me falta hacer muchas cosas más. Cosas diferentes y que me llenen a plenitud. Hago un espacio, para ver un segmento en la tv, este hombre que lucha por su amor, se ha sometido a una prueba de polígrafo para demostrarle a la mujer que ama que él no le ha mentido, wao! que fuerte!. Ahora aparece Haciendo Punto En Otro Son promocionando su concierto, qué triste ver el grupo reducido!

Sigo con lo mío, disfruto mi trabajo en la Academia de Música y Danza, he descubierto un gran espacio allí. A través de las clases que se dan a todos, veo el crecimiento y el desarrollo en los estudiantes, veo como los estudiantes adultos disfrutan esta etapa de sus vidas, veo los estudiantes jóvenes con cambios de actitudes, etc. Es hermoso saber que eres parte de los cambios positivos en sus vida, eso me llena y me da fuerzas para seguir adelante.

Cambios en el Blog

Este es el primer cambio en el blog, este blog será para eso para Escribir sobre lo que deseas, y yo he comenzado. Cambiaré muchas cosas en el Blog. En este y en otros que tengo. Este lo tenía abandonado, pero lo he vuelto a añoñar. Espacio nuevamente: qué fuerte lo del legislador Georgie Navarro y su vídeo con la estudiante de comunicaciones.

Sigo, este es mi blog, mi espacio no sólo para lo profesional sino también para todo lo demás. Todos debemos tener un espacio, este es el mío. Escribiré sobre lo que deseo, siento, veo y creo. Así he comenzado a ser, este es mi nuevo renacer. Feliz Cumpleaños Annie, Feliz #37 y Qué cumplas muchos más!!!!! Escribe Annie, escribe sobre lo que deseas.

miércoles, 28 de julio de 2010

Regreso

Hace un año apróximadamente que no escribía en el blog ni en ningún otro lugar. Luego de dedicarme de lleno a mi otro trabajo, regreso para compartir contigo mis experiencias en los procesos de comunicación, servicio al cliente, redacción de documentos, publicidad y más. He aprendido mucho todo este tiempo y es hora de que ese aprendizaje, esa experiencia la comparta contigo para ayudarte en tu negocio, en tu idea, en tu sueño.

Me he propuesto escribir una vez en semana por lo que preparáte para recibir noticias mías y mis consejos en comunicación. También ya estoy preparando el segundo taller en servicio al cliente, esta vez vengo con nuevos ejemplos y recomendaciones que debes tener para no perder ese cliente, para retenerlo y para atraer clientes nuevos. No importa si vendes un producto o servicio la clave está en como trates a ese cliente.

Estaré enviando mensajes: Diferentes aspectos a considerar en la comunicación, comunicación qué es y para qué nos sirve? Crisis en las pequeñas empresas: ¿Cómo manejarlas? Redes sociales y más.

Espero hayan pasado unas lindas vacaciones y la semana entrante nos vemos con mi primer artículo-consejo en los procesos de comunicación para tu negocio. Si deseas contactarme o consultarme algo puedes llamar a: 787-206-2322 o escribir un correo electrónico: annie@astcomunintegra.com